Tuvimos el honor de encargarnos del diseño de su boda y tenemos que reconocer que, más que un trabajo, fue compartir con ellos la ilusión de conseguir adaptar un espacio a la ceremonia de sus sueños en los Salones Saladas.
Después de una serie de citas, dimos con la clave: simularíamos un pequeño jardín de noche, ya que la ceremonia se celebraría a las siete de la tarde. Para ello, jugamos con la iluminación artificial y de las velas. Además, decidimos darle un toque especial a la entrada de los novios al salón mediante la creación de una atmósfera cálida y de ensueño que conseguimos dejando encendida sólo la luz de las velas y aprovechando el reflejo de luz artificial que entraba desde el exterior.El marrón de las paredes y las sillas nos supuso una base perfecta para simular el jardín, pues aportaban el toque de la tierra y sólo tuvimos que añadir el verde y el blanco.
Aparte de esto, no quisimos limitarnos a decorar sólo con la típica ornamentación floral, así que utilizamos bases de cristal para darle un toque más fresco y actual, combinando verdes naturales con flor artificial y otros elementos como cintas, ramas y estructuras en madera blanca, todo mezclado con tonos lila para armonizar con el vestido de la novia.
Los novios fueron los protagonistas, aún así los más aclamados fueron una pequeña pareja que fue la encargada de llevar los anillos hasta el lugar presidencial de la ceremonia.
No nos queda más que agradecer a los novios la confianza depositada en nosotros y hacerles saber lo agradable que ha sido diseñar su boda. Gracias.Enhorabuena de todo corazón.
Carlos y Lola.
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