jueves, 9 de junio de 2011

UNA BODA CON ARPA


En este mes de Junio queremos compartir con vosotros una boda que sin ser “algo diferente” ha conseguido serlo. Me explico, ha sido una ceremonia clásica, dulce, estudiada, meticulosa y romántica.
Con estas mismas palabras podríamos definir a Laura, una novia sencilla y con mucha dulzura, y aprovechamos para dar la enhorabuena a Hector porque estamos seguros  que van a ser muy felices juntos.

El lugar escogido para celebrar la ceremonia fueron los Jardines de Villamarco en Campello.
Las sillas elegidas fueron una combinación de madera y forja que armonizaba totalmente con el entorno.

La alfombra roja, que en principio podría parecer el típico color de las alfombras en las bodas, se daba la mano con las flores rojas que habían brotado al fondo. Este punto de fuerza y viveza quedaba matizado con el ramo de peonias blancas y rosas que con tanta dulzura lució Laura.

En este entorno poca decoración era necesaria, así que sencillamente colocamos un pequeño detalle de flor blanca en sillas alternas y un clásico centro floral para marcar la zona de altar.

La música del arpa inundó todos los rincones del jardín haciendo la ceremonia todavía más romántica.

Esta boda es un ejemplo de que en la sencillez está el gusto y que hay que decorar lo que hace falta y lo que no es necesario es mejor dejarlo como está y que luzca por sí mismo.

Que mejor decoración que la propia sombra de los árboles sobre las sillas y la alfombra.

Nos alegramos mucho de haber compartido este día con vosotros y de ver la cara ilusionada y emocionada de Laura cuando le entregamos su ramo de novia y comprobó que era el que ella había soñado tantas veces.